domingo, 8 de junio de 2014

¿El Barça debe cambiar su sistema?

El Barça ha inventado una fórmula de juego especial, distinta –yo la llamo el “fútbol-fútbol-, que se ha hecho célebre y copiado en todo el mundo. Sin embargo, en el momento presente, muchos dudan del mismo  –incluso los propios técnicos- y también tenemos a los que consideran que está caduco y debe desaparecer. Igualmente existen los que piensan que debe existir un Plan B, para emplearlo cuando, durante el encuentro, las cosas no vayan como se han programado. Todo me parece absolutamente erróneo. Los grandes equipos de la historia del fútbol (Arsenal de los años 30, River Plate de los 40, Madrid de Di Stefano y Barça de Kubala en los 50, Hungría de Puskas en los 60, Holanda de Cruyff y Brasil de Pelé en los 70, este país con Zico en los 80, el Milan de Van Basten y Baresi en los 90 y, finalmente, el Barça de Cruyff y luego de Guardiola), han jugado siempre de una forma muy determinada, diferente, lo que les daba un “sello” peculiar, singular, que les caracterizaba y les hacia superiores. Por ello, el Barça debe continuar con su juego, corrigiendo los defectos que siempre han existido y los que han llegado porque los rivales han sabido contrarrestarlo. A los partidarios del Plan B decirles que, por propia experiencia, sé muy bien lo difícil que resulta conseguir un juego casi perfecto a base de repetir día tras día el Plan, con las mismas ideas, movimientos y gestos técnicos. Imposible lograrlo, cambiando constantemente los planes y disposiciones.



LA HISTORIA
Pero hagamos un poco de historia. Este estilo de juego nace en los años 70 con unos Juveniles que ganaron cinco años consecutivos el Campeonato de España y luego continuó en el Barcelona Atlético (este conjunto y los Juveniles, siempre que se enfrentaron como entrenamiento al primer equipo de Cruyff, Rexach, Migueli, Marcial, etc. les superaron y vencieron. Claro que en los Juveniles estaban Fortes, Corominas, Sanchez, Moratalla, Estella, Calderer, Pedraza, Carrasco, Serrat, Salva y muchos más, luego profesionales). Aunque el sistema siguió perenne en el fútbol base, renace en el Barça cuando llega Cruyff como entrenador, al implantarlo en todos los equipo. Tanto con Cruyff, como luego con Guardiola, el sistema obtuvo un gran éxito por la sorpresa que originaba en los contrarios. Sobre todo hubo tres motivos fundamentales
  1. Lograr que los rivales “no tocaran balón” a base de un juego mareante con combinaciones y pases muy coordinados, hizo que los rivales sufrieran y padeciesen (poseer el balón y conseguir que el rival no lo alcance, psicológicamente  es un arma terrible. Principalmente para los grandes equipos, acostumbrados sus futbolistas a ser ellos los que manejan el esférico; el no poseerlo pese a sus carreras y deseos, les humilla y desmoraliza).
  2. Otra cuestión que sorprendía y desconcertaba a los contrarios era la transición o paso del ataque franco a una brutal defensa, que les hacía recuperar el balón inmediatamente de perderlo. En su época “de oro” el Barça marcó más goles de esta forma, que en los ataques abiertos, ya que el rescate inesperado se producía cerca de la puerta adversaria.
  3. Luego estaban las penetraciones por el centro, hasta muy dentro del área rival, consiguiendo goles antológicos. Ante los “rondos” que se formaban en la zona central, los defensas rivales se adelantaban para conseguir la pelota y, entonces, Messi, Xavi, Iniesta, Pedro, etc., penetraban como el cuchillo por la manteca, gracias a su habilidad e inteligencia.



YA NO HAY SORPRESAS
Los contrarios, lentamente, han ido encontrando fórmulas idóneas para contrarrestar dicho juego. Veámoslo:
  1. Seguir con el balón cuando el rival quiere poseerlo, aparte del factor psicológico que antes hemos reflejado supone casi la garantía de ganar el partido. Ahora bien, tenerlo cuando el rival te lo cede, no supone detentar ninguna seguridad de ganar el encuentro (hay equipos –Atlético de Madrid y otros- que dejan al rival la posesión del balón, para aprovechar sus errores y vencerle). Los rivales del Barça, reconociendo su inferioridad, le han cedido el esférico y los 11 jugadores se han metido en la “cueva” – el área propia y sus cercanías-, para defender, no dejar espacios y tener mucho campo para montar contrataques.
  2. Respecto a la recuperación del balón inmediatamente de perderlo, ahora no tiene el éxito de antaño y no porque los jugadores del Barça hayan aflojado. La realidad es que los rivales, avisados, si no tienen un contrataque claro, envían la pelota fuera de banda o hacia el campo contrario, mediante un “patadón”. Lo importante es no perderla atrás.
  3. Con la colocación masiva atrás de los contrarios, el Barça sigue, empecinado, buscando la penetración por el centro. Hay tantos rivales allí y “la vía del tren” tan estrecha, que siempre un adversario corta la jugada. se debe atacar por las bandas y hacerlo con tres jugadores próximos al balón y con jugadas preparadas: la “doblada”, la “pared”, el “pasillo”, el “solapamiento”…, con ello el rival no tendrá superioridad numérica y se puede llegar al fondo para coger de revés a los defensores.



LAS CORRECCIONES
Conocer los adversarios el sistema del  Barça, debe suponer en sus técnicos, para contrarrestar, muchas correcciones y algunas variaciones. Vean las que considero más convenientes:
  1. El Barça –sus diversos equipos-, realizan unos magníficos entrenamientos en los que los jugadores desarrollan pases, regates, “rondos”, etc., pero el trabajo es demasiado unilateral. Los tiros a gol con oposición –por el suelo y aire-, no se ejecutan y lo mismo sucede con el juego de cabeza. Luego en los partidos no hay tiros lejanos, ni se sabe defender los córners y faltas.
  2. Los tiros desde lejos son el mejor antídoto cuando el rival está dentro de su “cueva” (¡cuantos goles marcó así Deco, algunos tras rebotar el balón en un contrario!). Respecto al juego de cabeza, muchos partidos se deciden por este gesto (el Barça lo sabe muy bien y no solo por el gol de Godín, que decidió la Liga).
  3. Con ambas acciones, entrenándolas cada día, se consigue una mejora extraordinaria. Y olvídense de la estatura para el cabeceo. Los mejores rematadores de la historia del fútbol, no son altos: Pelé (1’70), marcó mas de 300 goles con la cabeza, superando a verdaderas “torres”. Luego están Seeler (1’69), Zico (1’71), Di Stéfano (1’74), Santillana (1’75), Kocsis (1,77)…
  4. Pero también se deben corregir los pases. El juego de todos los equipos azul-granas se basa en el “toquemos”, “toquemos”, “la jugada ya aparecerá”. Nunca valoran la calidad de los pases. ¿Son iguales uno hacia atrás, otro en horizontal al pie, otro al espacio libre y, finalmente, un pase sobre la carrera del compañero y donde no esperan los contrarios? Es decir, todos los entrenadores deben enseñar a sus jugadores a imaginar, crear, pensar e inventar, para que desarrollen un fútbol pleno de engaños y fantasía. Y los del Barça, también.
  5. La fórmula del Barça de atacar constantemente, “ahogando” al rival, creo que debe cambiarse al ser tan conocida por los contrarios, aunque el “fútbol-fútbol” debe continuar. Analicemos. El ataque incesante, continuo, tiene su talón de Aquiles, en la posición y misión de los centrales. Al jugar tan adelantados deben ser muy veloces ya que en ocasiones, tienen que recorrer “a muerte”, 30-50 metros libres que quedan a sus espaldas y además, ser infranqueables en los duelos individuales porque, aunque no marcan “al hombre”, muchas veces se enfrentan en un “1 contra 1”. Si el rival desborda, se irá directo a la portería.



PUYOL Y “EL MISTERIO”
  1. Desde hace más de cuatro años vengo repitiendo que los “grandes” del Barça son Messi (el mejor), Xavi (el fútbol), Iniesta (la magia) y Puyol (el “misterio”). Los periodistas inmediatamente me preguntaban: “¿qué significa “el misterio”? Mi respuesta: “que nadie conoce la vital función que desarrolla Puyol, al resolver los graves problemas que se generan por el adelantamiento general del equipo”.
  2. Supongo que tras jugar muy mermado y luego desaparecer de las alineaciones, lo que viene provocando infinidad de ocasiones de gol de los contrarios, el mundo futbolístico se habrá enterado de lo que anuncié, con poco éxito
  3. Y ahora envío otro vaticinio a los técnicos del Barça. No queráis encontrar otro Puyol entre los defensas, porque no existe. Hay muchos que juegan muy bien, porque su labor es muy cómoda. Actúan muy arropados por los compañeros y siempre con superioridad numérica sobre los rivales, lo cual facilita enormemente su labor (lo habitual es 4 defensas, contra 2 delanteros). Debéis buscar  los en otros puestos de mayor dificultad y esfuerzo. Por ejemplo Yaya Touré sería un central perfecto para el Barça (ya lo demostró).
  4. Por todo lo expuesto creo que el Barça debe seguir, en ocasiones, atacando y adelantando a todo el equipo. Pero si el rival deshace el asalto y desborda parcialmente a los azul-granas, éstos deben efectuar un veloz repliegue general, hasta las proximidades de su área. Se pretende que sus jugadores batidos recuperen la posición, reducir el campo de maniobra del adversario y montar el contrataque.
  5. También en algún partido, o en parte de los mismos, el Barça debe ser el que se venga atrás, a su campo, buscando que el rival salga de su “cueva” y contratacarle (el mejor ataque, es el contrataque).
  6. Quede claro que no se habla de hacer un equipo nuevo, como propugnan muchos técnicos. Afortunadamente el Barça no es “viejo” y sus mejores jugadores –excepto Xavi que todavía debe seguir-, están en la mejor edad para jugar al fútbol.


Artículo publicado en el Diario Sport el 1 de junio de 2014 



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