viernes, 18 de noviembre de 2011

Laureano Ruiz: "El Barça tiene recorrido si conserva el estilo"

MUNDO DEPORTIVO / Mundo Barça




















Fútbol. El entrenador / formador Laureano Ruiz visita la redacción de Mundo Deportivo. 
/ FOTO: Eduard Omedes - MD

Laureano Ruiz, uno de los grandes referentes de la cantera azulgrana, desmenuza el momento actual de los azulgranas en una entrevista redonda para MD

Laureano Ruiz (Escobedo de Villafufre, Cantabria, 21 de octubre de 1937) es uno de los grandes referentes de la cantera barcelonista. Ganador cinco años consecutivos del Campeonato de España juvenil, la actual Copa del Rey juvenil, sustituyó a Hennes Weisweiler en el primer equipo en 1976 y dirigió aquel Barça de Cruyff, Rexach, Neeskens, Marcial y Manolo Clares. Laureano, que sintonizó con la forma de entender el fútbol de Cruyff, se encontró cuando llegó, colgado de la pared en las oficinas del fútbol base, un letrero muy elocuente: "Si vienes a ofrecer un juvenil de menos de 1.80, date la vuelta", rezaba. Eran tiempos en los que se priorizaba la estatura por delante del talento. Laureano descolgó aquel cartel, pero cambiar la mentalidad costó algo más. Cuarenta años después, el Barça luce orgulloso su residencia de futbolistas, en el primer equipo mandan tipos de metro setenta y el talento es lo primero.
¿Cómo se cambió aquella forma de hacer cantera?
El que lo cambió todo fue Cruyff. Yo quité aquel letrero, pero seguía imperando la política de los grandes. Por suerte, en el Barça eso era antes, pero en otros sitios siguen descartando chicos válidos por su estatura. El Madrid, por ejemplo, rechazó a Silva por bajito. En el Barçasí es ahora otra historia, desde la llegada de Cruyff como entrenador.
Usted tuvo a sus órdenes a Johan, que venía de tener problemas muy graves con Weisweiler. ¿Era muy difícil de tratar?
Cruyff tuvo problemas con Weisweiler, pero con ningún entrenador más. No creo que fuese especialmente problemático. Recuerdo que cuando planteé al equipo cómo veía yo la forma de jugar, él dijo que lo veía igual. Una cosa que aprendí de aquella época es que los europeos eran más disciplinados que los españoles. Y los españoles, más disciplinados que los suramericanos.
¿Cuál ha sido la principal aportación de Cruyff?
Trasladar al primer equipo esa forma de trabajar en la cantera que yo había iniciado. Y a través del talento, no de la estatura, como también dijo Tort. Cruyff logró lo que yo no logré. Si estamos hablando de todo esto es porque Cruyff y ahora Guardiola han llevado la cantera al primer equipo.
¿A qué jugadores le habría gustado subir y no pudo?
Los mejores eran Cándido y Emilio. Pero estoy orgulloso de que 'Tente' Sánchez, que estuvo conmigo en el juvenil, llegase a triunfar. También estaban Rojo y Calderé, que acabarían llegando años después. Yo fiché a varios, por ejemplo a Pedraza.
Su trayectoria en el fútbol base debía estar llena de anécdotas chocantes, ¿es así?
Por ejemplo, fui a Badalona a ver un jugador de la lista de los ojeadores. Llegué y mi primera sorpresa era que el que yo pensaba que iba a ver jugaba de centrocampista, que no era la demarcación que me habían dado. Y es que resultó que no era el jugador que yo tenía apuntado, pero era muy bueno. El responsable del club en cuestión me dijo que ya era hora de que el Barça se interesase por él. En cuanto al otro, el que yo iba a ver en principio, me dijeron que no estaba allí ese día, sino en otro campo, y que además no era para el Barça. Fui a verlo y tenían razón.
¿Muchos casos se dan así, como por casualidad?
Más de uno y de dos. Como Carrasco. Fui a ver un Espanyol-Torredembarra, porque era la semifinal de un campeonato en el que nosotros estábamos en la final. El Espanyol ganó 5-0, pero en el Torredembarra estaba Carrasco, que aquel día ya había jugado un partido con el amateur. Dos horas después, sin comer y sin ducharse, jugaba con el juvenil. Siempre me pregunta qué vi en él ese día, porque dice que no la rascó. Lo cierto es que un futbolista de su clase siempre enseña algo.
¿No le habría gustado seguir en el primer equipo?
La verdad es que no. Es más, cuando me propusieron cogerlo al principio dije 'no'. Después lo cierto es que fue bastante bien. Ganamos en el Bernabéu 0-2 y en la Copa de la UEFA nos eliminó en semifinales el Liverpool, que había ganado 0-1 con gol de Toshack, antes de mi llegada. En la vuelta empatamos 1-1 con un tiro al poste en el último minuto, que nos habría metido en la final.
¿De aquel equipo quién jugaría en el Barça actual?
Es difícil decirlo. Cruyff, por supuesto. También los creativos, como Rexach, Marcial o Asensi. Y quizás Migueli, un prodigio de la naturaleza. Era un jugador distinto.
Sigamos con el Barça de Guardiola. ¿Ha visto algo igual?
Ha habido equipos de nivel parecido, pero no tan buenos. Recuerdo, por ejemplo, el Honved o la selección de Hungría de los cincuenta. También el Barça de les Cinc Copes, con Kubala, Basora, César, Vila, los Gonzalvo o Manchón, que era pequeñito, como ahora Pedro… Aquel equipo ganó todo lo que podía ganar y si hubiera habido más también lo habría ganado. Está, desde luego, el Brasil de los setenta o el Madrid de Di Stéfano, aunque debo decir que elBarça de Kubala era más técnico.
¡Acaba de derribar usted un mito! ¿El Barça de Kubala jugaba mejor a fútbol?
Para mí, sí. Di Stéfano, cuando las cosas iban mal, ordenaba mandar balones a la olla e iba él de cabeza. El Barça era mucho más pelotero.
¿Qué distingue al Barça actual de esos equipos?
Su juego defensivo. Es como una araña gigantesca que te acorrala y te mata.
¿Y cómo ve a Messi, por el centro o por la banda?
Por el centro, porque interviene mucho más. Pero lo que sí quiero decir es que sin duda alguna a Messi hay que marcarlo.
¿Cómo?, ¿marcarlo?... Otro tabú que derriba usted, porque parece que hoy día el marcaje individual está maldito. El Almería, por ejemplo, fue machacado por hacer un marcaje individual sobre Xavi...
Ahora no hay marcajes y eso es un error. Evidentemente, hay que hacerlo de forma equilibrada, tiene que haber ayudas colectivas, pero a Messi hay que marcarlo. Y no se le puede anular, sólo disminuir. Maradona era más fácil de marcar, lo de Messi es bestial. Recuerdo un Racing-Barça en los cincuenta. Un defensa llamado Bermúdez marcaba a Kubala, que no podía hacer su juego. En el minuto setenta iban 0-0 y el Racing dominaba. El Sardinero reclamó que el Racing fuera a por el Barça. Y lo hicieron, Bermúdez intentó jugar, Kubala cambió de posición y acabaron 0-3.
¿Quién ha sido para usted el mejor entrenador del fútbol español?
Benito Díaz. Durante la guerra se fue a Francia y cuando regresó a la Real Sociedad trajo el defensa 'escoba' (o líbero). En algunos partidos ponía un jugador a marcar a Kubala o Di Stéfano.
¿Y cómo ve el Madrid actual?
Tiene buenos jugadores, pero le falta un estilo de juego. Juegan como los equipos de Maguregui, pero tienen delanteros muy buenos. A mí me gustan Pep o Wenger, no Mourinho. Nunca he visto una diferencia tan abismal entre dos grandes como en el 5-0, que a los puntos fue un 20-0.
¿Qué es lo que menos le gusta del Madrid de Mourinho?
Prepara a los jugadores para la tensión, para hacer faltas. Se centran en ir a presionar al árbitro, en pedir tarjetas... eso es parte del juego, pero la contrapartida es que se olvidan de lo más importante, jugar el balón.
¿Cree que la mayoría de técnicos piensan como usted?
Por suerte, creo que sí. Ahora en todas partes quieren jugar como el Barça. Pero es que además en el Barça ahora hay una estructura de club, antes todo eran reinos de Taifas: cada equipo tenía su entrenador y cada entrenador, su propio estilo. En el Madrid sucede esto ahora mismo.
¿Puede decirse que el Barça está creando escuela?
Desde luego. Hay otros equipos que se le asemejan, porque como decía Scopelli el fútbol se aprende viéndolo.
¿Y tiene mucho camino por delante el primer equipo actual?
Este Barça tiene recorrido si conserva el estilo, la forma de jugar. Es importante que se mantenga cuando no esté Guardiola. Si viene un entrenador que no siga la línea, se acabará. Lo veo por ahí: tiene que haber alguien que siga la línea; Xavi, por ejemplo. También se mantiene el estilo por el aprendizaje: el fútbol se aprende de niño, pero a los veinte años se puede seguir aprendiendo. Por ejemplo, ahí está el caso de Abidal, que ha evolucionado desde que llegó, sobre todo por lo que ha visto entrenando.
¿La duración de Messi puede marcar el futuro del equipo?
Pueden pensar que Messi tiene poco recorrido. No estoy de acuerdo. Un delantero puede alargar su carrera. Por ejemplo, ahí está Quini, que volvió al Sporting después de decirme en una comida que tuvimos con Sánchez y Carrasco que se retiraba porque Menotti no lo ponía. Un día lo alineó porque Marcos estaba enfermo y metió cuatro goles. En lugar de retirarse volvió al Sporting y siguió marcando. O Cruyff, que se fue del Ajax al Feyenoord con 37 años y ganó la Liga y la Copa.
¿Y cómo se logra eso?
La clave a partir de los treinta es alargar el tiempo de recuperación, se necesita un día más. Lo que suelen hacer es entrenar más y entonces se lesionan, cuando lo que necesitan es entrenar menos, no jugar tres partidos por semana y hacer entrenamientos de calidad. Así se pueden alargar carreras como las de Messi o Puyol. También hay que tener en cuenta que con el fútbol del Barça juegan en poco campo y los contrarios corren más y se desgastan más. Cesc, por ejemplo, no es el más rápido, pero sí es el que llega antes, porque es listo.
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"Yo inventé el rondo"
Laureano Ruiz está escribiendo un libro con sus experiencias. Actualmente dirige la Escuela de Fútbol de la ciudad de Santander, donde descubrió a De la Peña, Munitis y los hermanos Helguera. "Oriol Tort vino y se llevó a Iván, aunque le gustaron todos. Eran bajitos y le dije a Tort: 'Cómo ha cambiado esto con Cruyff...'" Laureano reivindica la introducción del 'rondo' en los entrenamientos: "Empecé con partidos 'dos contra dos' más un comodín en el centro que iba con el que tenía el balón, para buscar triangulaciones. Entonces lo amplié y nació el rondo. La palabra surgió derivada de 'redondo', que era la forma del corrillo que hacían los jugadores. Yo los prefería de cuatro contra dos o de siete contra tres", explica.
En la conversación mantenida en la redacción de MD, Laureano derribó algunos dogmas, como el del marcaje individual o que "no siempre hay que jugar a un toque, también existe la opción de dos o más. Y a veces hay que aguantar la pelota o conducirla".

Explica también cómo, de pequeño, jugaba en la calle con pelotas de trapo y cómo el fútbol no estaba bien visto: "Mi madre comprobaba si me había gastado los zapatos jugando. Por eso a veces me ponía de portero. Fue el caso de Dino Zoff". Y su libro realza la importancia del fútbol base, aunque lamenta que "el problema es que los entrenadores quieren pasar al fútbol profesional"


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Punto de no retorno


Raül Llimós  23/10/2011 02:01 / EL MUNDO DEPORTIVO
Si el Barça es más que un club, La Masia es más que un edificio. Con la inauguración oficial del Centro de Formación Oriol Tort se ha vuelto a poner de manifiesto el peso específico que tiene en el ADN del Barça del siglo XXI la apuesta por el concepto 'La Masia', marca global que define un estilo y una filosofía. El estilo es jugar como todo el mundo sabe que juega el Barça (posesión, posición, presión...) y la filosofía es hacerlo con la presencia masiva de jugadores de casa... porque son los que garantizan jugar como quieres jugar para ganar. No olvidemos nunca que el fin último siempre será ganar. Este doble o triple objetivo, retroalimentado a la largo de la historia por gente como Laureano, Tort, Cruyff o Rexach ha llegado a la excelencia con Pep. El primer alumno convertido en profesor ha logrado llevar la IDEA a un punto de no retorno.
La apuesta ya es irrenunciable. O debería serlo. Lo pedía el mismo jueves el director de La Masia, el 'masover' Carles Folguera: "Cuando las cosas no vayan tan bien, habrá que tener paciencia". Todos somos conscientes que el momento actual es irrepetible. Se trata de alargarlo en el tiempo y asegurar su continuidad sentando unas bases perdurables. ¿Cómo? Desde fuera, con la paciencia que reclama Folguera y asumiendo que, por desgracia, no siempre saldrán Messis, Xavis o Iniestas. Y desde dentro, perfeccionando la fórmula mágica para que siga llegando talento a raudales al primer equipo. Ahí está Thiago, estelar. O Cuenca, asomando la cabeza. Y por detrás, los Roberto, Rafinha, Deulofeu, Samper... El goteo es y debe ser constante. Hasta el punto de que jugadorazos como Oriol Romeu, que en otro contexto tendrían sitio aquí, se vean obligados a emigrar (con opción de vuelta) a clubs punteros como el Chelsea. La apuesta, visualizada en 3D el jueves (espectacular tecnología), es firme y el club ha invertido sin complejos para perpetuar el modelo. Como los vinos, habrá años que la cosecha sea floja, pero si setrabaja bien, se capta el talento, se moldea y se es valiente para dar oportunidades, las añadas volverán a ser buenas. Con Guardiola al frente, no hay peligro de regresión, pero ¿y después?
Si el Sevilla está orgulloso de Andalucía, el Barça debe estar orgulloso de La Masia. Aparte de ser un vivero de futuras estrellas, una escuela de formación humana y de haber ayudado a consolidar un patrón de juego admirado en todo el mundo, la IDEA es una apuesta transversal de centenares de profesionales (conocidos y anónimos) que se inseminó en la era Montal, nació y creció con Núñez, se amplió con Gaspart (bajo su mandato llegó Messi, no lo olvidemos), se consagró mundialmente con Laporta y pretende perpetuarse con Rosell. Nada une más a los 'ismos' del Barça que el concepto 'La Masia'. Sólo por eso ya vale la pena.