viernes, 20 de septiembre de 2013

El Barça y el pressing


En estos momentos según muchos aficionados y críticos, Gerardo Martino ha inventado el “pressing”. El, lejos de apuntarse el éxito, ha dicho: “no es algo que yo haya traído. Quizá estaba archivado”. En realidad no estaba registrado ni desaparecido, porque mejor o peor, seguía funcionando. Pero hagamos un poco de historia.

En 1970 vi jugar a Brasil, en el Mundial. Comprobé que tenía un portero y defensas muy flojos, mientras medios y atacantes –Pelé, Gerson, Tostao, Rivelinho, Jair…-, eran de una calida extraordinaria. Ante lo expuesto, ¿qué hacían los contrarios? Meterse atrás para que “los buenos” de Brasil llevaran el juego e interviniesen constantemente. Mientras, “los malos” no participaban. Vi clarísimo que a Brasil había que atacarle para que Pelé y Cia tuvieran poco el balón y el juego gravitara sobre la débil defensa.


Aquello cambio mis ideas sobre los planteamientos de los partidos. Entonces entrenaba a profesionales –el Racing de Santander- y comencé a emplear el “pressing” –y otros inventos-, basándome en el Basket, donde había equipos que lo empleaban.

En 1972 llegué al Barça y pude perfeccionarlo en los juveniles y Barcelona Atlético. Incluso lo utilicé en algún partido con el primer equipo. Por ejemplo contra el Madrid, al que derrotamos - 0-2- a domicilio. Sin embargo, mi mejor recuerdo del “pressing” es una final que jugamos contra el Murcia Juvenil, un gran equipo como lo prueba que ocho de sus jugadores eran también titulares de la Selección Española (nosotros solo uno, Tente Sánchez). Aquel “pressing” feroz, para ellos inesperado e incomprensible, les humillaba y desorientaba llevándoles a la derrota. También les impidió realizar su magnifico juego habitual. Realmente el “pressing”, si se hace bien, es como una araña gigantesca que teje su red para pillar a la presa y destrozarla.

Años después llegó Cruyff como entrenador al Barça e implantó –entre otras grandes ideas-, el “pressing”. Luego fue Rijkaard el que lo instauró. Recuerdo que en el 2004 al ir a jugar el Racing a Barcelona le dije a su entrenador, el malogrado Preciado: “El Barça te atacará constantemente, pero tu sabes mucho de fútbol y colocarás a tus jugadores de manera que romperás sus ataques. Sin embargo, el problema llegará entonces ya que si el Barça recupera el balón, te cogerá abierto y descolocado”. Los catalanes marcaron cuatro goles, todos tras perder el balón y recuperarlo inmediatamente…

Después llegó Guardiola y las primeras palabras que dijo a sus jugadores, reflejaron claramente lo que pretendía: “¡atacaremos mejor, si defendemos mejor!”. Luego el técnico principal fue Vilanova –también Roura- y ambos trataron de que el “pressing” siguiera reinando, pero este sistema debe hacerse muy bien o mejor no emplearlo.


Cómo hacer bien el pressing:

Veamos la definición del “pressing”: un movimiento colectivo del equipo –meta incluido-, hacia el rival que posee el balón, con dos o más futbolistas accionando sobre dicho contrario.

Este sistema es defensivo ya que se práctica cuando el rival posee el balón, pero por su ideología se convierte en feroz ataque contra las intenciones de los atacantes. Es una cuestión de mentalidad: cuando un equipo “presiona”, trata de lograr que los papeles se intercambien en la mente de los jugadores sintiéndose –el equipo que posee la pelota- atacado, agredido, poniendo toda su atención en defender el balón.

Es fundamental para desarrollar correctamente el “pressing” dividir el ancho del campo en tres zonas, evitando “presionar” cuando la pelota esta en la del centro. En estas condiciones el rival tiene mucho espacio para entregar el balón: a la derecha, a la izquierda, adelante, atrás o intentando una jugada individual. En las bandas el espacio de maniobra esta muy restringido y si el movimiento se efectúa correctamente, dos o mas jugadores cerrarán el paso al rival, mientras los compañeros marcarán a los contrarios más próximos para interceptar los pases. Es cierto que quedará libre algún adversario, pero serán los más alejados del esférico y, por tanto, los que tienen muchas dificultades para recibirlo.

También es muy importante que todos los jugadores aporten su concurso en el “pressing”, el cual está construido sobre un trabajo colectivo. Si un pilar falla, la casa se hunde. Es decir, si uno o varios jugadores se desentienden de su labor, el fracaso será general. Por el contrario, si el método se hace bien, el adversario estará desconcertado y si se consigue el balón hay peligro de gol, dado que los contrarios a batir son pocos y la puerta rival está próxima.

Existe la creencia de que este sistema precisa jugadores de gran poderío físico. En absoluto, como lo demuestran Xavi, Cesc, Iniesta, Alba, Alves, Etc. si el sistema se ejecuta bien, se juega solo en medio campo y los futbolistas –en defensa y ataque- únicamente tienen que hacer carreras de 6-15 metros. Sin embargo, si se hace mal hay carreras de 60-80 metros y, normalmente, de manera baldía. Por lo tanto lo más importante, lo básico, es el orden, la organización y la inteligencia colectiva de los futbolistas.

Estamos hablando de equipos –como el Barça- que hacen el “pressing” en campo contrario, pero hay otros que lo realizan en su terreno. Para ello, si atacan y pierden el balón, vuelven a su campo. Cuando el adversario traspasa la línea medianera, todo el conjunto se moviliza para desarrollar la “presión”, de la forma que hemos narrado. Para disminuir el espacio de maniobra del rival los defensores se situaran a 20-22 metros de su portería, manteniéndose en línea gracias al apoyo del “fuera de juego”. Esto obliga al meta a situarse dentro del área, pero adelantado, muy atento a cortar los pases en profundidad (así jugó el Atlético de Madrid, la final, contra el Barça).




Lean lo más valioso:

Aunque el “pressing” es una forma arriesgada y valiente de plantear los partidos, considero que no se debe emplear siempre. Si se utiliza continuamente desaparece el factor sorpresa, alertando a los rivales sobre el plan que desarrollamos y dándoles la oportunidad de encontrar la formula de contrarrestarlo (toda táctica tiene su contratáctica).

Desgraciadamente en el fútbol hay pocos técnicos que investiguen, inventen o innoven. La gran mayoría repite desde hace muchos años una frase de gran comodidad para ellos: “en el fútbol ya está todo inventado”. Luego se van a dormir.

Nosotros hemos empleado el “pressing” en algunos momentos de los encuentros –sobre todo al ir perdiendo-, en partidos determinados desde el principio al final y,  si consideraba que mi equipo era superior, no lo utilizaba dejando que el encuentro transcurriera “normalmente”.

Lee, medita y emite tu opinión…

Laureano Ruiz. Agosto 2013.

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