viernes, 18 de noviembre de 2011

Punto de no retorno


Raül Llimós  23/10/2011 02:01 / EL MUNDO DEPORTIVO
Si el Barça es más que un club, La Masia es más que un edificio. Con la inauguración oficial del Centro de Formación Oriol Tort se ha vuelto a poner de manifiesto el peso específico que tiene en el ADN del Barça del siglo XXI la apuesta por el concepto 'La Masia', marca global que define un estilo y una filosofía. El estilo es jugar como todo el mundo sabe que juega el Barça (posesión, posición, presión...) y la filosofía es hacerlo con la presencia masiva de jugadores de casa... porque son los que garantizan jugar como quieres jugar para ganar. No olvidemos nunca que el fin último siempre será ganar. Este doble o triple objetivo, retroalimentado a la largo de la historia por gente como Laureano, Tort, Cruyff o Rexach ha llegado a la excelencia con Pep. El primer alumno convertido en profesor ha logrado llevar la IDEA a un punto de no retorno.
La apuesta ya es irrenunciable. O debería serlo. Lo pedía el mismo jueves el director de La Masia, el 'masover' Carles Folguera: "Cuando las cosas no vayan tan bien, habrá que tener paciencia". Todos somos conscientes que el momento actual es irrepetible. Se trata de alargarlo en el tiempo y asegurar su continuidad sentando unas bases perdurables. ¿Cómo? Desde fuera, con la paciencia que reclama Folguera y asumiendo que, por desgracia, no siempre saldrán Messis, Xavis o Iniestas. Y desde dentro, perfeccionando la fórmula mágica para que siga llegando talento a raudales al primer equipo. Ahí está Thiago, estelar. O Cuenca, asomando la cabeza. Y por detrás, los Roberto, Rafinha, Deulofeu, Samper... El goteo es y debe ser constante. Hasta el punto de que jugadorazos como Oriol Romeu, que en otro contexto tendrían sitio aquí, se vean obligados a emigrar (con opción de vuelta) a clubs punteros como el Chelsea. La apuesta, visualizada en 3D el jueves (espectacular tecnología), es firme y el club ha invertido sin complejos para perpetuar el modelo. Como los vinos, habrá años que la cosecha sea floja, pero si setrabaja bien, se capta el talento, se moldea y se es valiente para dar oportunidades, las añadas volverán a ser buenas. Con Guardiola al frente, no hay peligro de regresión, pero ¿y después?
Si el Sevilla está orgulloso de Andalucía, el Barça debe estar orgulloso de La Masia. Aparte de ser un vivero de futuras estrellas, una escuela de formación humana y de haber ayudado a consolidar un patrón de juego admirado en todo el mundo, la IDEA es una apuesta transversal de centenares de profesionales (conocidos y anónimos) que se inseminó en la era Montal, nació y creció con Núñez, se amplió con Gaspart (bajo su mandato llegó Messi, no lo olvidemos), se consagró mundialmente con Laporta y pretende perpetuarse con Rosell. Nada une más a los 'ismos' del Barça que el concepto 'La Masia'. Sólo por eso ya vale la pena.

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