martes, 16 de marzo de 2010

EL BARÇA Y EL FUTBOL CÁNTABRO

La carta que el “Diario Montañés” publicó a Pancho Mora –sobre el Barça y su juego actual-, ha traído comentarios elogiosos de mis partidarios, criticas de mis detractores y asombro de los jóvenes, quienes desconocen lo narrado. Muchos de éstos me piden que explique como sucedieron los hechos.

Llegué al Barça en 1972 y me encontré con el fútbol del momento: se buscaba jugadores altos, fuertes, eliminándose a los pequeños y en los entrenamientos no aparecía el balón, dedicándose al trabajo puramente físico y, sobre todo, a la celebre “carrera continua”. Yo empleé mi “futbol-fútbol”, con extremos –habían desaparecido-, y los entrenos los basé en los “rondos”, “partidos de pases”, “partidos con la cabeza”, “partidillo” con el sistema… es decir, el balón siempre presente.

A los pocos días, durante un entreno, se me acercaron los técnicos responsables del club y me preguntaron:”¿tus jugadores nunca corren?”. Yo les contesté: “¿Qué están haciendo?” (jugaban un “partidillo”). Contestación: “si, ya, pero nos referimos a un trabajo específico para mejorar la velocidad, resistencia, fuerza …” y terminé yo: “si nos dedicamos a correr ¿Cuándo aprenden a jugar? Aquí tienen todo lo que necesitan”:

1. “Un trabajo físico y especifico para el fútbol. Vosotros habéis jugado en el Barça y sabéis que cuando se juega un partido, se produce un gran desgaste físico general”.

2. “Un trabajo técnico. Los chicos están en contacto con el balón y tienen la oportunidad de mejorar su equilibrio, coordinación y habilidad”.

3. “También táctico, practicando con mi ayuda, van conociendo el juego complejo, su “lógica”, hasta llegar a dominarlo”.

Tras unos meses, todos los equipos de la base empleaban mi método, jugaban con mi sistema y, pese al tiempo transcurrido, hoy lo explicado sigue vigente. Recientemente viaje a Barcelona y aproveche para ver entrenar a los conjuntos de la base y al primer equipo. Todos emplearon –jóvenes y profesionales-, mi método: “rondos”, “partido de pases”, “torneo con tres equipos”…

LLEGA CRUYFF

Sin embargo, no tuve éxito con los futbolistas de escasa estatura. Al contrario, se me criticaba que los fichara y alineara “ya que nunca podrán llegar al primer equipo “. Y así fue. Pasaron muchos al equipo profesional, pero ningún pequeño, a pesar de que había jugadores de inmensa calidad (si Messi, Boja, Xavi e Iniesta hubieran estado en aquella época, tampoco lo habrían hecho).

Años después llegó Cruyff como técnico –había estado como jugador, yo lo entrené- y empleó el balón en los entrenamientos, utilizó extremos y contó con futbolistas técnicos, de calidad, fueran altos o pequeños, fuertes o estrechos. ¿Saben que Guardiola tuvo un pie fuera del Barça –estaba de suplente-, “por débil”?. Lo salvó Cruyff pasándolo al primer equipo – como Ferrer y Sergi-, no por su condición física, sino por su talento. En resumen, Cruyff consiguió lo que a mi me fue imposible: que los técnicos del club cambiaran su criterio sobre los futbolistas y les ficharan y valoraran por su talento, no por su fortaleza y estatura.

VUELVO A SANTANDER

Y la historia se repite cuando regreso a Santander, en 1987. en Cantabria había existido un gran juego desde que llegó Germán, un gran maestro del fútbol, pero desde antes de 1980 el juego defensivo, ramplón y mezquino que empleaba el Racing –solo interesaba seguir en Primera-, fue copiado por los equipos de la base; así me encontré que el “fútbol-fútbol” era algo desconocido, jugando los equipos atrás, con un punta, ninguno de los cuales sabía regatear (lo pensaba cuando Canales marcó un gol al Sevilla, tras dos regates magistrales).

Naturalmente implanté el “fútbol-fútbol”, jugando con tres delanteros (uno de ellos Munitis, que siempre había jugado como defensa) y realizando los entrenamientos con balón y mi método. Las criticas fueron sangrantes: “¿Dónde está la preparación física?”. “¿Y el juego fuerte”?, de “hombres”?. “¿Cómo se puede jugar con extremos?”.

Pero paulatinamente y gracias a los entrenadores –los de la Escuela de Santander y de los diversos equipos-, se fue pasando a entrenamientos con balón y los chicos en los partidos trataban de realizar un juego de calidad. De tal manera que hoy todos los conjuntos efectúan un juego armonioso, técnico y habilidoso. Repito: todos. Como es lógico, los del Racing, Bansander, Gimnastica, Reocin, Escuela… es decir los más destacados, culminan mejor el juego, pero hasta los más modestos intentan actuar basándose en la creatividad.

Con este trabajo han llegado a la cúspide muchos jugadores y hoy existe un caudal de excelentes “promesas” (hay varios “Canales” en los equipos cantabros y otros con menos calidad, pero con las cualidades que requiere el fútbol profesional), los cuales debe aprovechar el Racing pero, para ello, los directivos y técnicos tienen que poseer los conocimientos para elegir a los mejores y la valentía de hacerles jugar en la élite.

Porque no deben ser los entrenadores profesionales los que promocionen a los chicos… sencillamente porque nunca lo harán. Ellos quieren la garantía del jugador veterano. Y no piensen en Guardiola. Si la directiva del Barça hubiera firmado a otro técnico, por famoso que fuera, no hubieran jugado en el primer equipo Piquer, Busquets, Pedro, Bojan y Effren, a pesar de su notable valía. Lo han hecho por Guardiola, quien conoce y sabe valorar a los jóvenes y tiene la valentía que debieran poseer todos. Pero él supone una autentica excepción.

Laureano Ruiz - Santander, Enero-2010